Son niños y niñas que viven en una situación de exclusión social sin acceso a una vivienda digna y que desde muy pequeños trabajan en tareas del hogar, cura de los hermanos más pequeños y bebés, trabajos retribuidos económicamente como la recogida de plásticos entre la basura para vender a peso, trabajos puntuales como llevar farolillos durante las bodas, relacionadas con la limpieza o la construcción.
Son familias multi problemáticas, con problemas relacionados con el consumo de alcohol, el desconocimiento de la red de servicios que existe, analfabetas, indocumentadas, con muy pocos ingresos y ninguno de fijo… Por estos motivos para que la escolarización sea un éxito necesitan de más soporte que no solo “ser escolarizados”.